La 13ª edición del Gran Premio Histórico de Mónaco fue un fin de semana repleto de coches emblemáticos, carreras de época, mucho champán y la oportunidad de recibir a algunos de nuestros mejores clientes y amigos para que se unieran a nosotros y disfrutaran de toda la acción en nuestra suite favorita del Fairmont Monte Carlo.
No hay muchas maneras de resumir un evento como el Gran Premio Histórico de Mónaco, ya que nada se le acerca. La pista es, por supuesto, mundialmente famosa y ha albergado el Gran Premio desde 1929, pero si tienes la suerte de ver la F1 moderna aquí hoy, estarás de acuerdo en que es algo diferente a lo que ofrece el GP Histórico.
Desde las máquinas de antes de la guerra hasta los monstruos de alta potencia de los años 80, las libreas de tabaco y las pinturas patinadas con más historias que contar que tu abuela y, lo más importante de todo, el olor y los sonidos. De inmediato, uno se siente transportado a una época en la que las carreras eran más puras. Durante este fin de semana tan especial, la capital se convierte en un torrente de energía, con el rugido de los V12 y el crepitar de los cambios manuales mientras los deportivos clásicos y los F1 arrasan en las colinas y en las calles que, por lo demás, son residenciales.
Situados en nuestra suite habitual, con vistas a la que posiblemente sea la horquilla más famosa de la F1, estábamos más que contentos de disfrutar de toda la acción con una copa de champán en la mano y nuestro bufé de "todo lo que puedas comer" con nuestros clientes, aunque Tom no pudo contener su deseo de salir al asfalto.
Después de perdernos el año pasado por culpa del temido Covid, nos alegramos de poder asistir y, mirando atrás, fue un fin de semana realmente valioso en el que nos pusimos al día con amigos y clientes mientras compartíamos lo que el GP Histórico tenía que ofrecer; y puede que no se trate de carreras (al menos no este año), pero no hace falta decir que Tom se tomó el tiempo de adornar algunas de las curvas icónicas en su Lamborghini Muira, aunque una vez que se levantaron los muros de la pista y se reabrieron las carreteras; quizá veamos en qué decide ponerse al volante la próxima vez. Apuesta ahora por un monoplaza o un deportivo clásico.
El Gran Premio Histórico de Mónaco 2022 deja raspaduras de aluminio y fibra de vidrio contra las paredes del circuito y el eco de coches que fueron conducidos con mucha más fuerza de lo que sus valores harían creer, pero también deja algo grabado en nosotros, ya que nos quedamos suspirando por su próxima edición. Es un evento que despierta todos los sentidos y se mete en la piel de todo aficionado a los coches clásicos. No cabe duda de que estamos deseando volver.