El número 39 en una serie de sólo 56 coches de "Serie Final" producidos en todo el mundo que también se conocen como "Los últimos coches de la línea", este modelo marcó el final de 56 años de producción de coches de motor tanto de Rolls-Royce como de Bentley que se construyeron juntos en la fábrica de Crewe antes de que la producción de Rolls-Royce se trasladara a Goodwood en 2002. Muchas características únicas que incluían, pero no se limitaban a, insignias de Rolls Royce Rojo como en los coches Rolls Royce originales, una placa conmemorativa de Plata Esterlina y aleaciones de diferentes estilos. Este ejemplo tiene que ser uno de los mejores en cualquier lugar, no sólo súper bajo kilometraje, pero fantástico historial de servicio y condición impecable en todo, ¡Oportunidad!