Un Aston Martin muy especial, posiblemente el más importante de todos los DB4 GT.

Se construyó en el Departamento Experimental como un coche de "Proyecto Maestro" y se vendió nuevo al Essex Racing Stable de John Ogier, donde funcionó y se preparó como un coche de "trabajo" y fue conducido en el período por pilotos de trabajo como Roy Salvadori e Innes Ireland.

Roy Salvadori pilotó el '18 TVX' hasta un segundo puesto tras Stirling Moss en el Ferrari 250 SWB de Rob Walker, en el TT de Goodwood de 1960.

En tiempos más recientes, el coche ha sido propiedad de uno de los coleccionistas más respetados del Reino Unido, donde residía entre algunos de los coches más importantes del mundo.